EL TIMPLE. LA PRIMERA GENERACIÓN DE TIMPLISTAS


Ya sabemos que el timple es un instrumento canario derivado de la familia de las vihuelas, como tantas otras derivaciones como el cavaquiño, el charango, el cuatro o el popularizado ukelele. (En este enlace cuentan con guías didácticas sobre el instrumento) Tradicionalmente ha jugado un papel esencial en las parrandas de cuerda, proporcionando una riqueza armónica y rítmica muy peculiar, especialmente por esa tesitura aguda y la variedad de rasgueos de sus intérpretes lo que produce un relleno característico, que no da ni la cuerda pulsada de las guitarras ni las púas de bandurrias, laúdes y mandolinas y que no encontramos en otras formaciones de cuerda peninsulares.


Ese papel en el grupo sigue existiendo en todas las formaciones de música tradicional de Canarias. Pero en los últimos años estamos viviendo a una eclosión del timple solista, tanto por la cantidad de intérpretes como por la constante ampliación del repertorio y de la publicación de obra para timple, por la capacidad para fusionarse con otras músicas, desde la barroca a la electrónica o el trap y, especialmente, por su desarrollo académico que ha permitido crear un repertorio de concierto que lo sitúa en las escuelas de música y los conservatorios.


Recientemente se están sentando las bases para incorporarlo a la educación musical  en las escuelas e institutos de las islas.

Aunque faltan algunos nombres esenciales en la historia del instrumento de esta época como Jeremías Umpiérrez, Negrín o Alfredo Gutiérrez El Rubio, he querido hacer un pequeño recorrido y tributo a SEIS TIMPLISTAS de la primera generación que desarrolló el potencial del timple como instrumento solista. Son, Agrícola Álvarez, Argelio Rojas "Rojitas",  Casimiro Camacho, Juan Peña, Juan Valerón y Totoyo Millares, artistas nacidos en torno a los años 30 y que destacaron principalmente entre los años 50 y 90, aunque alguno permanece en activo con más de 80 años. Fueron los primeros que realizaron las primeras grabaciones de timple, los primeros recitales fuera de Canarias, en un momento en que la música tradicional se utilizaba como aparato de propaganda de los clichés turísticos y valores del momento. Algunos de estos timplistas, que también eran constructores, incorporaron mejoras en el instrumento para aumentar su ámbito melódico, timbre, sonoridad y afinación. Asimismo, muchos fueron los maestros inspiradores de la segunda generación, que ya se asoman en alguno de los vídeos. Pero eso será objeto de otro post.



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